Esta es una oración de Santa Gertrudis por las almas del Purgatorio, la misma santa a la que Jesús dictó la oración para salvar mil almas del Purgatorio.
Santa Gertrudis, recitando estas oraciones junto con el Oficio, preguntaba al Señor cuánto y cómo le agradaba la obra de aquellos que así oraban. Y el Señor respondió: “¡La acepto tanto! Es como si me liberaran a mí mismo de la prisión cada vez que con estas oraciones se libera un alma de sus penas. Retribuiré en el momento oportuno estas obras de caridad, según la omnipotencia de mi generosidad”.
Cómo rezar la Oración por un difunto de Santa Gertrudis
Consiste en cuatro oraciones. Después de cada oración rezamos el De Profundis seguido del Réquiem Aeternam (que se indican más abajo).
Comenzamos con la Señal de la Cruz
Después de cada oración rezamos el De Profundis seguido del Réquiem Aeternam:
De profundis:
Desde lo profundo, a Ti clamo, oh Señor; Señor, escucha mi voz. Sean tus oídos atentos a la voz de mi súplica. Si consideras las culpas, Señor, Señor, ¿quién podrá sostenerse? Pero en Ti está el perdón: por eso tendremos tu temor. Espero en el Señor, mi alma espera en tu palabra. Mi alma espera al Señor más que los centinelas la aurora. Israel, espera al Señor, porque en el Señor está la misericordia y en Él hay abundante redención. Él redimirá a Israel de todas sus culpas.
Réquiem Aeternam:
Dales, Señor, el descanso eterno
Y brille para ellos la luz perpetua
De las puertas del infierno
Saca, Señor, sus almas,
Descansen en paz.
Amén.
Puedes encontrar una versión más larga del De Profundis aquí
Indulgencias para quien rece De Profundis seguido del Réquiem Aeternam:
El Papa Clemente XII, el 14 de agosto de 1736 concedió 100 días de indulgencia a quienes recen arrodillados y devotamente el De Profundis seguido del Réquiem Aeternam y concede Indulgencia Plenaria, a los que la rezaren por un año. El día es a elección de cada cual, confesados y comulgando. Las oraciones se deben realizar al oscurecer.
Finalizamos santiguándonos.