Coronilla por las almas del Purgatorio

Coronilla por las almas del Purgatorio
Coronilla por las almas del Purgatorio

Esta Coronilla por las almas del Purgatorio o Corona de los difuntos es una oración en la que nos dirigimos con humildad hacia Dios, en favor de aquellos que han partido de este mundo y ahora transitan por el estado de purificación en el Purgatorio. Inspirados por la compasión divina y el amor misericordioso de nuestro Señor, elevamos nuestras súplicas para interceder por las almas que aguardan su encuentro definitivo con el Señor.

Podemos ofrecer esta coronilla en sufragio por todas las benditas almas, o bien por un difunto en particular (cambiar “ellas” o “ellos” por “ella” o “él”).

Cómo rezar la Coronilla por las almas del Purgatorio

Podemos usar un rosario común, pero sólo usaremos 4 decenas.

Cada decena se reza así:

  • 1 Padre Nuestro
  • 10 Ave Marías
  • 1 Requiem Aeternam (Dales, Señor, el descanso eterno y brille para ellos la luz perpetua).

En total serán 40 Ave Marías, en memoria de las cuarenta horas que Nuestro Señor Jesucristo estuvo en los infiernos después de su muerte.

Podemos presentar la intención de ganar por las almas, todas las indulgencias concedidas por la Santa Iglesia, al ejercicio de esta devoción.

  • Señal de la Cruz
  • Presentar la intención de librar almas del Purgatorio nombrando en especial a algunos difuntos (si se desea)
  • Presentar la intención de ganar en favor de las mismas todas las indulgencias concedidas por la Santa Iglesia, al ejercicio de esta devoción.

V. Dios, ve y ayúdales
R. Señor, ve y ayúdales

V. Señor, concédeles el descanso eterno
R. Y que la luz perpetua ilumine sobre ellos

V. Descansen en paz

Amén.

Primera Decena

Consideremos en este primer misterio el vivísimo deseo con el cual las almas del Purgatorio estaban esperando el feliz momento de ser consoladas en aquella dolorosa cárcel con la vista del Redentor después de su muerte, y pensemos que las almas que al presente se encuentran entre aquellas atrocísimas llamas, están esperando con igual deseo de nuestra piedad una abundante copia de sufragios, que puedan hacerlas felices para siempre.

Pidamos, por tanto, al Señor y a la Santísima Virgen que concedan tanta eficacia a nuestras oraciones, que puedan plenamente satisfacer sus deseos.

Segundo Decena

Consideremos este segundo misterio la dulce sorpresa que experimentaron las almas del Purgatorio, cuando al aparecerse en medio de ellas el Redentor, vieron extinguirse el fuego que las abrazaba, y cesar todas las penas que por tanto tiempo las habían atormentado; y pensemos, que con nuestros sufragios, podemos también nosotros apagar aquellas llamas tan ardientes, y poner fin a aquellas penas que tan cruelmente las atormentan.

Pidamos, por tanto, al Señor y a la Santísima Virgen que concedan tanta eficacia a nuestras oraciones, que produzcan el mismo efecto.

Tercer Decena

Consideremos en este tercer misterio, el sumo consuelo que sintieron las almas del Purgatorio cuando vieron disiparse por el Redentor las tinieblas de aquella profunda prisión, y resplandecer cada una de ellas con tanta luz, que no quedó mancha alguna en ellas de sus antiguas culpas, y pensemos que con nuestros sufragios podemos también nosotros disipar aquellas tinieblas, y purificar aquellos espíritus hasta borrar toda mancha, y satisfacer la deuda de tus pasados defectos.

Pidamos por tanto al Señor y a la Santísima Virgen que concedan tanta eficacia a nuestras oraciones, que puedan hacerlas perfectamente dignas de los ojos de Dios.

Cuarto Decena

Consideremos en este cuarto misterio el inmenso regocijo de que fueron poseídas las almas del Purgatorio, cuando fueron libertadas por el divino Redentor, de aquel abismo de dolores, llevadas gloriosamente al Reino bienaventurado, y pensemos que también nosotros podemos librarlas de aquella horrenda prisión, y hacerlas felices para siempre en la Gloria celestial; roguemos por tanto al Señor y a la Santísima Virgen que concedan tanta eficacia a nuestras oraciones que puedan abrir las puertas del Purgatorio, e introducirlas en el suspiradísimo gozo del Paraíso.

Rezar en cada misterio:

  • Padre Nuestro
  • 10 Ave María
  • Réquiem Aternam: Dales, Señor el descanso eterno, y brille para ellos la luz perpetua.



Oración

¡Oh Jesus, oh María, esperanza, salud y felicidad de todos los fieles! desde el profundo abismo de sus miserias a vosotros se vuelven las benditas almas del Purgatorio, e imploran el beneficio de Tu Sangre, ¡oh Jesús! y el gruto de vuestros dolores, ¡oh María! Esta sangre, estos dolores que fueron de tanta eficacia la primera vez en el Calvario, que libraron a todo el mundo de toda iniquidad, libren de sus penas a las almas del purgatorio, y por los méritos de sangre tan preciosa y de dolores tan acerbos, sean conducidas salvas al Cielo aquellas prisioneras infelices (y en particular el alma de “nombre de la persona”) por las cuales os pedimos con todo el fervor de nuestro espíritu.

Señor, ten piedad de ellas
Señor, ten piedad de ellas

Cristo, ten piedad de ellas
Cristo, ten piedad de ellas

Señor, ten piedad de ellas
Señor, ten piedad de ellas

Cristo, óyenos
Cristo, óyenos

Cristo, escúchanos
Cristo, escúchanos

Dios, Padre celestial, ten piedad de ellas
Dios, Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de ellas
Dios, Espíritu Santo, ten piedad de ellas
Santísima Trinidad, un solo Dios, ten piedad de ellas

Santa María, ruega por ellas
Santa Madre de Dios, ruega por ellas
Santa Virgen de las Vírgenes, ruega por ellas
Madre de Cristo, ruega por ellas
Madre de la Iglesia, ruega por ellas
Madre de misericordia, ruega por ellas
Madre de la divina gracia, ruega por ellas
Madre de esperanza, ruega por ellas
Madre purísima, ruega por ellas
Madre castísima, ruega por ellas
Madre siempre virgen, ruega por ellas
Madre inmaculada, ruega por ellas
Madre amable, ruega por ellas
Madre admirable, ruega por ellas
Madre del buen consejo, ruega por ellas
Madre del Creador, ruega por ellas
Madre del Salvador, ruega por ellas
Virgen prudentísima, ruega por ellas
Virgen digna de veneración, ruega por ellas
Virgen digna de alabanza, ruega por ellas
Virgen poderosa, ruega por ellas
Virgen clemente, ruega por ellas
Virgen fiel, ruega por ellas
Espejo de justicia, ruega por ellas
Trono de la sabiduría, ruega por ellas
Causa de nuestra alegría, ruega por ellas
Vaso espiritual, ruega por ellas
Vaso digno de honor, ruega por ellas
Vaso de insigne devoción, ruega por ellas
Rosa mística, ruega por ellas
Torre de David, ruega por ellas
Torre de marfil, ruega por ellas
Casa de oro, ruega por ellas
Arca de la Alianza, ruega por ellas
Puerta del cielo, ruega por ellas
Estrella de la mañana, ruega por ellas
Salud de los enfermos, ruega por ellas
Refugio de los pecadores, ruega por ellas
Consuelo de los migrantes, ruega por ellas
Consoladora de los afligidos, ruega por ellas
Auxilio de los cristianos, ruega por ellas
Reina de los Ángeles, ruega por ellas
Reina de los Patriarcas, ruega por ellas
Reina de los Profetas, ruega por ellas
Reina de los Apóstoles, ruega por ellas
Reina de los Mártires, ruega por ellas
Reina de los Confesores, ruega por ellas
Reina de las Vírgenes, ruega por ellas
Reina de todos los Santos, ruega por ellas
Reina concebida sin pecado original, ruega por ellas
Reina asunta a los Cielos, ruega por ellas
Reina del Santísimo Rosario, ruega por ellas
Reina de la familia, ruega por ellas
Reina de la paz, ruega por ellas

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, perdónanos, Señor
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, escúchanos, Señor
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten misericordia de ellas

V. Las almas de los fieles, por la misericordia de Dios, descansen en paz.
R. Amén.

Nos santiguamos: En el Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.



Oración final

¡Oh Dios! que concedéis el perdón de los pecados, y queréis la salvación de los hombres, imploramos vuestra clemencia, para que por la intercesión de la bienaventurada siempre Virgen María, y por la de todos los santos, hagáis que lleguen a participar de la eterna bienaventuranza todos nuestros hermanos, parientes y bienhechores difuntos, que han pasado de esta vida a la otra. Por nuestro Señor Jesucristo, Tu Hijo, Amén.

Fuentes: Santas Ánimas del Purgatorio. 30 Oraciones y 2 Novenas (adaptado)