La Virgen salva a un hombre de la condenación eterna
Un día de 1855 o 1856, el abad Guillaumet visitó a Ars. Él fue durante muchos años superior de la Inmaculada Concepción en Saint-Dizier en Haute-Marne. Una pobre mujer de luto, que durante el viaje siempre había estado sentada junto a él, escuchando en silencio los discursos asombrosos sobre Ars y su cura, le habló … Leer más