Testimonio del Purgatorio
San Andrés Fournet

La santa de Poitiers, perseguida durante la Revolución Francesa, dijo a los fieles: «Fue condenada a veinticuatro obras del purgatorio»

Andrés Uberto Fournet nació en Saint Pierre de Maillé, cerca de Poitiers, en Francia, en una familia bastante acomodada; en reacción a una madre demasiado piadosa e insistente, se declaró aburrido de su fe religiosa. No quería rezar ni estudiar, solo quería divertirse, y en uno de sus libros encontramos esta frase: «Este libro es de Andrés Uberto Fournet, un buen chico aunque no quiere ser sacerdote ni monje».

En 1774, sus desesperados padres lo enviaron con un tío que era párroco en una remota zona rural. El tío, hábilmente, logró sacar a la luz sus mejores cualidades y Andrea inició los estudios de teología. En 1776 fue ordenado sacerdote, primero fue coadjutor de la parroquia de su tío y luego recibió un cargo en la ciudad. En 1781 fue nombrado párroco de su ciudad natal, Saint Pierre de Maillé.

Su generosidad hacia los pobres y el cambio en su forma de vida le valieron muchos amigos; la sencillez que caracterizó su forma de vida se extendió también al estilo de la predicación.

Respecto a los hechos extraordinarios ocurridos, sucedió que una joven novicia, distinguida por la sinceridad y la piedad, falleció, y San Andrés Fournet, luego de asistir al funeral, la acompañó al cementerio donde fue llevada por sus compañeros. Terminado el servicio volvió a la iglesia y con él los novicios que habían traído a la difunta, para realizar un acto de adoración.

Mientras estaban arrodillados, vieron una paloma que descendía de la bóveda y se posaba en el tabernáculo, bajo la mirada del padre Andrés. Pareció interrumpir la oración para observarla con atención. La paloma despegó de nuevo y entró en la sacristía. El Padre la siguió y cerró la puerta detrás de él, lo que nunca hacía. Reapareció poco después con rostro alegre. Durante la lectura de la tarde, dijo ante toda la comunidad: “¡Qué pureza se necesita, hijas mías, para entrar al Cielo! Esa pequeña novicia enterrada hoy, tan piadosa, tan fiel, tan inocente, fue condenada a veinticuatro obras del purgatorio”

S. Andrea Fournet , Vida y obras, pág. 160; Milán, 1933

Fuentes: https://it.aleteia.org