
Este impactante testimonio de Mauricio Avendaño, un joven que preso de la drogadicción se entregó al pecado y tras sufrir un accidente le tocó sufrir un fuerte purgatorio. Hoy, por misericordia divina, puede contar su testimonio a los demás.
“Cuando terminaba un sufrimiento pasábamos a otro. Era sufrimiento tras sufrimiento […] Usted allá sabe que está pagando. […] Allá sólo se escuchan alaridos”.
“Uno de los castigos que me tocó es cuando uno murmura, me salían de mi boca como unas babosas, una tras otra, cuando blasfemaba, cuando decía malas palabras, cuando insultaba…”
Posiblemente lo más sobrecogedor que cuenta Mauricio es que lo más aterrador ahí es que no te mueres. A pesar del dolor y las torturas, no puedes morir.
Como si eso fuera poco, también comenta sobre otros pecados cuyos castigos allí pueden ser mucho más fuertes que el mismo pecado.
Parece el infierno, pero esto no es algo demasiado raro, ya que existen purgatorios cercanos al infierno, donde las penas son similares, sin embargo, no debemos temer al Purgatorio, debemos procurar vivir en gracia concurriendo a la confesión constantemente. Pero es bueno conocer lo espantoso que puede ser un purgatorio cuando nuestra vida es puro pecado.
Míralo en los siguientes videos. NO APTO PARA MENORES