Cómo ayudar a las benditas almas del purgatorio es algo que todos nos hemos preguntado alguna vez. Aquí te mostramos cómo.
¿Qué es el purgatorio?
Más que un lugar físico, es un estado de vida temporal para la persona que muere en gracia de Dios pero imperfectamente purificada, y donde, mediante el sufrimiento, se es purificado para disfrutar plenamente de la presencia de Dios. Es una persona salvada que vive en el amor de Dios y la salvación pero no de una manera plena.
¿Cómo ayudar a las almas del purgatorio?
- Con la oración
- Haciendo Misa en su memoria
- Con indulgencias
Oraciones
Pedimos a nuestro Señor que le conceda el perdón por todas sus faltas a nuestros seres queridos o a un grupo de almas que no conocimos en vida, acorde a Su voluntad, para que pronto puedan contemplar la gloria en Su Santo Reino.
Las oraciones tienen una eficacia extraordinaria. Entre las más recomendadas encontramos el Salmo 50, el Oficio de los Difuntos, el Vía Crucis y el Santo Rosario.
Salmo. De Asaf.
El Dios de los dioses, Yahveh, habla y convoca a la tierra desde oriente hasta occidente.
Desde Sión, la Hermosa sin par, Dios resplandece,
viene nuestro Dios y no se callará. Delante de él, un fuego que devora, en torno a él, violenta tempestad;
convoca a los cielos desde lo alto, y a la tierra para juzgar a su pueblo.
«¡Congregad a mis fieles ante mí, los que mi alianza con sacrificio concertaron!»
Anuncian los cielos su justicia, porque es Dios mismo el juez. = Pausa. =
«Escucha, pueblo mío, que hablo yo, Israel, yo atestiguo contra ti, yo, Dios, tu Dios.
«No es por tus sacrificios por lo que te acuso: ¡están siempre ante mí tus holocaustos!
No tengo que tomar novillo de tu casa, ni machos cabríos de tus apriscos.
«Pues mías son todas las fieras de la selva, las bestias en los montes a millares;
conozco todas las aves de los cielos, mías son las bestias de los campos.
«Si hambre tuviera, no habría de decírtelo, porque mío es el orbe y cuanto encierra.
¿Es que voy a comer carne de toros, o a beber sangre de machos cabríos?
«Sacrificio ofrece a Dios de acción de gracias, cumple tus votos al Altísimo;
e invócame en el día de la angustia, te libraré y tú me darás gloria.»
Pero al impío Dios le dice: «¿Qué tienes tú que recitar mis preceptos, y tomar en tu boca mi alianza,
tú que detestas la doctrina, y a tus espaldas echas mis palabras?
«Si a un ladrón ves, te vas con él, alternas con adúlteros;
sueltas tu boca al mal, y tu lengua trama engaño.
«Te sientas, hablas contra tu hermano, deshonras al hijo de tu madre.
Esto haces tú, ¿y he de callarme? ¿Es que piensas que yo soy como tú? Yo te acuso y lo expongo ante tus ojos.
«¡Entended esto bien los que olvidáis a Dios, no sea que yo arrebate y no haya quien libre!
El que ofrece sacrificios de acción de gracias me da gloria, al hombre recto le mostraré la salvación de Dios.»
La Santa Misa
Una sola misa tiene un valor infinito para ellos, sin embargo no es suficiente hacer sólo una, es necesario hacer muchas más. Los teólogos han dividido el fruto de la misa en 3 partes:
- En beneficio de la Iglesia
- En beneficio del sacerdote
- En beneficio de los fieles, vivos o fallecidos. Esta última parte se aplica a las almas purgantes.
Recomendación a los dolientes: Confesarse y comulgar por el alma de la persona.
Indulgencias
La indulgencia es un regalo, el cual no es más que el perdón de la pena temporal merecida por los pecados ya perdonados. Pueden aplicarse a nosotros mismos o a las almas del purgatorio (un alma por cada indulgencia). Nunca pueden aplicarse las indulgencias a personas vivas.
Se puede ganar una sola indulgencia plenaria por día, sin embargo las parciales no tienen límite.
- Indulgencia parcial: borran parte de la pena que los pecados cometidos reclaman.
- Indulgencia plenaria: borra todo resto de pecado dejando el alma dispuesta para entrar inmediatamente en el cielo.
Indulgencias parciales
Condiciones para conseguir una indulgencia parcial:
Cada día pueden ganarse muchas indulgencias parciales, con cumplir sólo tres condiciones: estar en gracia de Dios, realizar las obras que la Iglesia premia con esa indulgencia, y tener intención, al menos general, de ganar la indulgencia.
Beneficios que aportan las indulgencias parciales:
Las indulgencias parciales proporcionan una remisión de la pena del mismo valor que el otorgado por esa misma acción. Dicho de otro modo: en las indulgencias parciales, la Iglesia duplica el mérito de esas acciones.
Oraciones premiadas con indulgencia parcial:
Se indican a continuación unas cuantas (todas ellas deben rezarse piadosamente, como es lógico):
- El Angelus, el Magnificat, la Salve, el Acordaos, las Letanías u otras oraciones marianas aprobadas. Lo mismo a San José o al propio ángel custodio. También con el Credo.
- Rezar con devoción filial por el Papa una oración aprobada.
- Rezar agradecido la oración por los benefactores.
- Rezar antes y después de comer una oración aprobada de súplica y de acción de gracias. Lo mismo al empezar y acabar el día o el trabajo.
- Visitar al Santísimo adorándolo; rezar una comunión espiritual; recitar una de las oraciones aprobadas de acción de gracias tras la Comunión (ej.: Alma de Cristo; Miradme o mi amado y buen Jesús).
- Hacer examen de conciencia con propósito de enmendarse; rezar el Yo Confieso u otro acto de contrición aprobado.
- Hacer la señal de la cruz diciendo En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Otros ejemplos de indulgencias parciales
Si falta algún requisito a una indulgencia plenaria, suele alcanzarse una indulgencia parcial. Además de esto, hay muchas acciones premiadas por la iglesia con indulgencia parcial. Digamos unas cuantas:
- Decir mentalmente una oración breve al trabajar o al soportar los sufrimientos de la vida.
- Dedicarse uno mismo o gastar bienes en servicio a los demás, por amor a Dios.
- Privarse libremente de algo grato y correcto, con espíritu de penitencia.
- Dar testimonio de la propia fe; trabajar en la enseñanza o trasmisión de la doctrina cristiana.
- Usar piadosamente un objeto de piedad bendecido (crucifijo, rosario, escapulario o medalla).
- Dedicar un tiempo a la oración.
- Asistir devotamente a cualquier predicación de la palabra de Dios.
- Asistir piadosamente a una novena pública (por ejemplo, la de la Inmaculada Concepción).
No se incluye la participación en la misa ni en los sacramentos entre las indulgencias, pues ya tienen en sí mismos una gran eficacia santificadora y de purificación.
Indulgencias plenarias
Las condiciones para conseguir la valiosa indulgencia plenaria son:
1.- Los mismos requisitos que en las indulgencias parciales, es decir:
- Realizar la acción que la Iglesia premia con esta indulgencia
- Estar en gracia de Dios antes de acabar la obra premiada
- Tener intención, al menos general, de ganar la indulgencia
2.- Tener la disposición interior de un desapego total del pecado, incluso venial.
3.- Confesarse al menos quince días antes o después de realizar la acción premiada (no olvidar que hay que estar en gracia de Dios antes de acabar la acción).
4.- Rezar por las intenciones del Papa un Padre Nuestro y un Ave María u otras oraciones. Se necesita una oración para cada indulgencia plenaria.
5.- Comulgar, en ese mismo período de tiempo. Se necesita una comunión para cada indulgencia plenaria.
Hay que tener en cuenta también lo siguiente:
- Sólo se puede ganar una indulgencia plenaria cada día, excepto en caso de muerte.
- La oración por el Papa y la Comunión debe hacerse el mismo día.
- Una misma confesión puede servir para ganar varias indulgencias plenarias.
- Cada indulgencia puede aplicarse a uno mismo o al alma de un difunto, pero no a otra persona viva en la tierra (puedes sacar un alma del purgatorio dedicándole una indulgencia plenaria)
- Algunas indulgencias sólo pueden aplicarse a los difuntos. Un ejemplo es rezar por ellos en un cementerio, ya que se consigue una indulgencia parcial, que será plenaria si se hace los días 1 al 8 de noviembre (una cada día).
¿Qué acciones están premiadas con indulgencia plenaria?
Cualquier día se puede obtener una indulgencia plenaria, si se cumplen las 5 condiciones comentadas anteriormente y se realiza una de las acciones siguientes:
- Adoración a la Eucaristía durante media hora.
- Realización del Vía Crucis, recorriendo las quince estaciones erigidas meditando la Pasión del Señor.
- Rezo del Santo Rosario completo (los 5 misterios) en una iglesia, o en familia, o acompañado de otros.
- Lectura o audición de la Sagrada escritura durante media hora.
Indulgencias plenarias en circunstancias especiales.
En determinadas ocasiones pueden ganarse indulgencias plenarias si se cumplen las 5 condiciones mencionadas anteriormente, más una de las siguientes acciones. Por ejemplo:
- Rezar un Padre Nuestro y un Credo en un santuario o basílica (se concede una vez al año por santuario).
- Recibir la bendición papal Urbi et Orbi (o escucharla por radio o televisión, en directo).
- Realizar ejercicios espirituales de al menos tres días completos.
- Asistir a una Primera Comunión.
- En el momento de la muerte a quien hubiere rezado algo durante su vida. En este caso no se precisa la confesión, ni la comunión, ni la oración por el Papa; pero es necesario estar bien dispuesto: en gracia de Dios, rechazando cualquier pecado, y habiendo deseado alguna vez ganar esta indulgencia.
Indulgencias plenarias en fechas especiales
Hay varios días al año donde se pueden conseguir indulgencias plenarias. Para ello, además de cumplir con las 5 condiciones mencionadas anteriormente, basta realizar una de las siguientes acciones en los siguientes días:
- 1 de enero: Recitando solemnemente el “Veni Creator” en una iglesia.
- Los viernes de Cuaresma: Después de comulgar, rezando ante un crucifijo la oración “Miradme o mi amado y buen Jesús”.
- En los oficios de Semana Santa:
- Jueves Santo: Recitando el “Tantum ergo” durante la exposición que sigue a la Misa.
- Viernes Santo: Asistiendo a los oficios.
- Sábado Santo: Renovando las promesas bautismales en la Vigilia Pascual.
- Domingo de la Divina Misericordia (domingo siguiente al de Resurrección)
- Pentecostés: Recitando solemnemente el “Veni Creator” en una iglesia.
- Corpus Christi: Participando en la procesión eucarística (dentro o fuera de la iglesia).
- 2 Agosto: Rezando un padrenuestro y un credo en la catedral o parroquia.
- 31 de diciembre: Recitando solemnemente un “Te Deum” en una iglesia, dando gracias a Dios por los beneficios recibidos el último año.
Indulgencias plenarias particulares
Muchas instituciones gozan de indulgencias en determinados días del año, coincidiendo generalmente con fechas o santos propios. Algo interesante es que quienes llevan el escapulario del Carmen se unen a la familia carmelita y pueden ganar indulgencia plenaria el día en que le imponen el escapulario y los siguientes días (cumpliendo con las 5 condiciones mencionadas antes):
- 16 de mayo (San Simón Stock)
- 16 de julio (Virgen del Carmen)
- 20 de julio (San Elías Profeta)
- 1 de octubre (Santa Teresa de Lisieux)
- 15 de octubre (Santa Teresa de Jesús)
- 14 de noviembre (Todos los Santos Carmelitas)
- 14 de diciembre (San Juan de la Cruz)
¿Qué significa estar en gracia de Dios?
Estar en gracia de Dios significa no estar en pecado mortal y/o haberse confesado hace poco.
Si estoy en pecado mortal, ¿qué debo hacer para estar en gracia?
Confesarse con verdadero arrepentimiento
Si tengo pecado venial, ¿estoy en gracia?
Sí, de hecho los pecados veniales son perdonados al presenciar la santa Misa, sin embargo es recomendable acudir de igual modo a la confesión, constantemente.
¿Qué significa que debo estar en gracia de Dios antes de acabar la acción?
Normalmente, una oración no tarda mucho tiempo, por lo que necesitamos estar en gracia justo antes de hacer esta acción, sin embargo, en oraciones de larga duración, como las novenas, que duran 9 días, tenemos que estar en gracia antes de terminarla, no necesariamente al comenzarla.
¿Qué significa que la Iglesia duplica el mérito de determinada acción?
Significa que cada acción tiene un mérito, y al conseguir la indulgencia parcial, obtenemos tanto el mérito normal de esa acción + el mérito de la indulgencia, por ello se explica que cada acción gana doble mérito.
¿Qué significa que necesitamos una oración por el papa o una comunión por cada indulgencia plenaria?
Cada día podemos obtener solo una indulgencia plenaria, por lo que cada vez que la desee obtener, debe rezar por el santo padre. Ejemplo: Si rezó por el papa el día anterior, debe volver a rezar el dia actual. Lo mismo en cuanto a la comunión. Si ya comulgó ayer, debe volver a comulgar hoy para obtener una nueva indulgencia plenaria.
Si rezo en el cementerio, ¿la indulgencia es parcial o plenaria?
La indulgencia es parcial si lo hace cualquier día, excepto del 1 al 8 de noviembre. En esos días la indulgencia será plenaria, realizando la misma acción. Esto se refiere a una oración común y corriente. Si por ejemplo, reza el Rosario en el cementerio, el cual le otorga indulgencia plenaria, esta será plenaria en cualquier fecha.
Si la indulgencia plenaria borra toda la pena temporal, cuánta pena borra la indulgencia parcial?
Es relativo, depende de lo que estipule la iglesia según cada oración, no es siempre igual, y hay oraciones, como por ejemplo la oración espontánea, que no tiene un cálculo exacto.
Recomiendan varias oraciones, pero ¿hay más?
Sí, hay bastante más, las hemos puesto al principio de esta sección.
Si los pecados se perdonan en la confesión, ¿qué es la pena temporal?
La confesión borra la culpa por el pecado cometido, sin embargo, algo que muchas veces olvidamos es el propósito de enmienda. El pecado es perdonado, pero debe ser posteriormente reparado, por ello tiene una pena temporal. La mayoría de las personas olvidamos enmendar ese pecado, o pagar por ese pecado en vida, por ello, existe el Purgatorio, que es el estado en que el alma, al dejar este mundo, puede pagar por esos pecados ya perdonados.
¿Entonces de qué sirve la confesión para quien deja este mundo?
Para que sea perdonado el pecado mortal, si la persona lo tuviere, ya que la Iglesia enseña que quien muere en pecado mortal, no podría obtener la salvación, sino ir a la condenación eterna, sin embargo, Dios, en Su eterna misericordia y soberanía, puede salvar de igual modo a las almas que han fallecido en pecado mortal, usualmente, gracias a las oraciones de sus seres queridos. Por ello siempre es bueno rezar de igual manera por nuestros difuntos, aún cuando hayan muerto en pecado mortal. Nunca debemos perder la esperanza de la salvación de esa alma.