Meditamos sobre las Cinco Llagas de Nuestro Señor Jesucristo, por las almas santas ánimas del Purgatorio.
Dios mío, ven en mi auxilio
Señor, date prisa en socorrerme
Gloria
Llaga de la Mano Izquierda
Oh Jesús, amabilísimo Redentor nuestro, que quisiste derramar toda Tu Sangre por la redención de los vivos y para salvar a los difuntos, por los méritos de la Llaga de Tu Mano izquierda, te suplicamos que eleves las almas que sufren en el Purgatorio el castigo de tu lejanía. Recuerda, Jesús, que aunque te ofendieron, no negaron ser tuyos, por lo tanto, tu advertencia: “Quien me niegue ante los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre que está en los Cielos” (Mt 10, 33) no es para ellos. Te pedimos entonces que elimines las imperfecciones que han cometido en contra de Tu amor, debidas esencialmente a la fragilidad humana. Amén.
- Padre Nuestro
- Ave María
- Gloria
- Réquiem Aeternam
Llaga de la Mano Derecha
Oh Jesús, nuestro Salvador, verdadero Dios y verdadero Hombre, que para absolvernos a nosotros, miserables criaturas, de los pecados contraídos durante la vida y hacernos nuevamente capaces de una relación de amistad contigo (Ap 7, 14), te ofreciste completamente a la divina Justicia como el más puro Cordero de expiación, te suplicamos por los méritos de la Llaga abierta en la Mano derecha que te causó un inmenso dolor, apacigües las sufrimientos de las almas del Purgatorio, y que limpias por tu piedad todas sus imperfecciones, disfruten de la santa paz de Tu divina amistad que tanto anhelan. Amén.
- Padre Nuestro
- Ave María
- Gloria
- Réquiem Aeternam
Llaga del Pie Izquierdo
Oh Jesús, Creador y Señor nuestro, que para liberarnos de las consecuencias del pecado en la vida terrenal y del infierno en la hora de la muerte elegiste pagar con Tu vida, te suplicamos por los méritos de la Llaga de Tu Pie izquierdo, liberes a las almas que al pasar a la otra vida se encuentran, por alguna falta aún no purificada, en los tormentos del Purgatorio. Oh, Dios bueno y misericordioso, te rogamos por ellos para que puedan pronto andar felices entre los Santos, en la patria bendita del Paraíso. Amén.
- Padre Nuestro
- Ave María
- Gloria
- Réquiem Aeternam
Llaga del Pie Derecho
Oh Jesús, celestial Esposo de las Almas, que para liberarlas de los lazos del príncipe de las tinieblas enfrentaste los sufrimientos más crueles, te rogamos, por los méritos de la Llaga de Tu Pie derecho, abras las puertas del Purgatorio y les concedas la santa indulgencia que tanto anhelan; haz que se eleven gozosas hacia Ti, amado Señor Dios, y así sean consoladas por toda la eternidad. Amén.
- Padre Nuestro
- Ave María
- Gloria
- Réquiem Aeternam
Llaga del Costado
Oh Jesús, amabilísimo Señor Nuestro, Esposo locamente enamorado, que para darnos la libertad y la luz, quisiste someterte a las tinieblas y a la esclavitud de la muerte más terrible, te suplicamos por los méritos de la Llaga de Tu Costado, concedas la gloria del Paraíso a las almas santas que sufren grandemente por estar privadas de Tu presencia. Ten misericordia de ellas y hazlas felices llamándolas hacia Ti, verdadera Fuente de toda luz y de todo bien. Amén.
- Padre Nuestro
- Ave María
- Gloria
- Réquiem Aeternam
Oración final
Oh Jesús, dulce y misericordioso, postrados a Tus pies, encomendamos a Tu infinito Amor las Almas de los fieles difuntos, especialmente aquellas a las que estamos particularmente unidos. Sabemos que sufren grandemente y deseamos brindarles el alivio de nuestra oración. No merecemos ser escuchados porque nuestros pecados son muchos y te hemos ofendido, Amor sin límites, pero confiamos en Tu divina misericordia y te pedimos la liberación de esas Almas sufrientes, ofreciéndote por ellas los méritos de Tu dolorosa Pasión y los de la Santísima Virgen María, de los Ángeles y de los Santos. Amabilísimo Jesús, Salvador nuestro, que por Ti, de Ti y en Ti, esas Almas puedan finalmente saborear tu eterno Amor y los esplendores inefables del Paraíso. Amén.
De Profundis
Desde lo hondo a ti grito, Señor;
Señor, escucha mi voz;
estén tus oídos atentos
a la voz de mi súplica.
Si llevas cuenta de los delitos, Señor,
¿quién podrá resistir?
Pero de ti procede el perdón,
y así infundes respeto.
Mi alma espera en el Señor,
espera en su palabra;
mi alma aguarda al Señor,
más que el centinela la aurora.
Aguarde Israel al Señor,
como el centinela la aurora;
porque del Señor viene la misericordia,
la redención copiosa;
y él redimirá a Israel
de todos sus delitos.
Se reza 1 Gloria
Réquiem Aeternam:
Dales, Señor, el descanso eterno
Y brille para ellos la luz perpetua
Descansen en paz.
Amén.
Indulgencias para quien rece De Profundis seguido del Réquiem Aeternam:
El Papa Clemente XII, el 14 de agosto de 1736 concedió 100 días de indulgencia a quienes recen arrodillados y devotamente el De Profundis seguido del Réquiem Aeternam y concede Indulgencia Plenaria, a los que la rezaren por un año. El día es a elección de cada cual, confesados y comulgando. Las oraciones se deben realizar al oscurecer.
(Se puede rezar cualquier otra versión)